A raíz de lo que tú me compartías, donde me decías que “esto se supone que no debería sentirse así” “se supone que una pareja cuando se encuentra y se enamora pues se siente bien, se siente feliz”, “cuando dos personas se enamoran se supone que se tiene que crear un espacio de deseo, de querer estar la una con la otra, ¿no? eso es lo normal”…
Cuando en la relación se cae la búsqueda del placer, cuando en la relación ya no se huye del dolor que surge, cuando simplemente estás presente y abierto totalmente a lo que viene a través de ti, el encuentro con el otro se vuelve SAGRADO. Ésta intimidad se vuelve un espacio de meditación, y es muy bonito, porque ahí no hay nada que no pueda ser acogido.